EL GRAN MOLINE

jueves, 28 de julio de 2011

Fotografían la galaxia Andrómeda, el astro más lejano percibido por el ojo humano.


Las cámaras del Observatorio de Calar Alto (Almería) han captado imágenes de Andrómeda, una galaxia vecina análoga a la Vía Láctea y que supone lo más lejano accesible a la vista humana sin instrumentos ópticos.
Así lo ha anunciado este miércoles en un comunicado la Fundación Andaluza Descubre para la divulgación de la innovación y el conocimiento, una entidad privada sin ánimo de lucro promovida por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía. Para captar las imágenes, la Fundación Descubre ha trabajado en colaboración con la Escuela Documentalista de Astrofotografía (DSA) y el Astronómico de la Universidad de Valencia (OAUV).
La imagen congela un instante del pasado, el estado de la galaxia espiral hace varios millones de años, y su observación permite, además de conocer cómo es el aspecto global de una galaxia, detectar y estudiar fenómenos similares a los que ocurren en nuestra propia galaxia, como el surgimiento y desaparición de las estrellas.
“En la galaxia de Andrómeda, con este grado de detalle, se parece, en cierto modo, a escudriñar la nuestra colocada en el portaobjetos de un microscopio colosal”, ha explicado el astrónomo de Calar Alto David Galadí.
Así, son visibles “el núcleo, el polvo interestelar, todo el abanico de tipos estelares representado en millares de estrellas, el nacimiento y la muerte de los astros, explosiones cataclísmicas”, ha precisado el astrónomo. La fotografía abarca un área del cielo equivalente a la mitad de la anchura del disco de la luna llena y muestra las regiones centrales de Andrómeda, también conocida como M31 o NGC 224.
En concreto, se ha captado el bulbo central en el que destaca el núcleo, denso y brillante, compuesto por aglomeraciones de estrellas antiguas y rojizas. Cuando se observa la imagen en detalle se percibe una estructura granulada que no corresponde, como podría parecer, a ruido o “grano” en la fotografía.
Lo que ocurre, indica la fundación, es que la imagen es tan detallada y profunda que se perciben de manera individual las estrellas más brillantes que componen la galaxia de Andrómeda. En la imagen se pueden contar estrellas separadas desde los bordes de la imagen hasta casi la región central, donde la densidad estelar se torna tan elevada que la textura deja de ser granular y se convierte en un continuo de luz suave.
Por detrás de un cierto número de estrellas brillantes situadas en primer plano, pertenecientes a nuestra galaxia, “la diversidad de la espiral de Andrómeda se despliega ante la vista como si se tratara de una alfombra persa”. Así, “filigranas de polvo enmarcan regiones de formación estelar puntuales de color rosado, y las estrellas gigantes aparecen con sus colores reales azulados, blancos o anaranjados”, matiza Galadí.
Para que estos detalles aparezcan en la fotografía, se ha hecho una “planificación cuidadosa de las observaciones” y se ha acumulado luz durante un tiempo prolongado bajo un cielo de la mayor calidad hasta aplicar luego a los datos un tratamiento que respete todo el contenido informativo presente.
El desafío de estas fotografías está en captar y plasmar al mismo tiempo todo el rango dinámico de brillos que va desde las estrellas más intensas y el núcleo de la galaxia hasta las regiones oscurecidas por el polvo, y hacerlo conservando la información cromática que revela la naturaleza de cada objeto, señala la Fundación

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