EL GRAN MOLINE

miércoles, 6 de julio de 2011

Ayuda a damnificados es limitada y tardía

Ramón Belén, padrastro de Eduardo D’Oleo Romero, de 15 años, explica dónde dormía el adolescente cuando fue aplastado por el derrumbe que el lunes destruyó 13 viviendas
Dos días después del derrumbe que destruyó trece viviendas y dejó un muerto y tres heridos en La Javilla, en la ribera del Ozama, en Los Mina Viejo, ninguna autoridad ha ido a ver la magnitud de los daños ni a prestar ayuda.
“Aquí sólo ha venido el jefe de los bomberos (coronel Rafael Javier Bueno) y él no tiene cómo ayudarnos”, dijo Ramón Cornielle Féliz, un barahonero que lleva 14 años viviendo en la Javilla.
Explicó que la gente ha prestado ayuda a los damnificados dejándolos dormir en sus casas y compartiendo la comida.
Otros residentes en La Javilla dijeron que aunque las autoridades no lleven nada, deben ir y  tomar las medidas que correspondan debido a que más de 15 casas están a punto de colapsar.
Entienden que las autoridades no  han tomado conciencia del peligro en que viven muchas familias en La Javilla, amenazadas por el río Ozama, abajo y por los derrumbes, arriba.
 Las lluvias de los últimos días arrasaron 13 viviendas, entre ellas una iglesia evangélica y una cafetería que quedaron aplastadas bajo toneladas de lodo y piedras.
La víctima de los derrumbes fue Eduardo D’Oleo Romero, de 15 años, hijo de Francisca Romero y  Santos D’Oleo.
El joven falleció a causa de aplastamiento del pecho y la cabeza cuando la vivienda en que residía   se desplomó junto a otras tres, también causando heridas leves a tres niños que fueron llevados al hospital materno infantil San Lorenzo de Los Mina. Tras ser curados  fueron despachados.
Ramón Belén, padrastro del joven, dijo que éste murió aplastado por una avalancha de lodo y piedra en la parte posterior de la vivienda.
Lamentó que ninguna autoridad haya acudido a La Javilla para socorrer a los afectados.
Los derrumbes también afectaron las viviendas de Fermina Sánchez, de 43 años; Nereida Taveras, de 45 años; Noé Rosario, de 36  y José Luis Terrero Alvarez.
 Otras siete viviendas fueron parcialmente destruidas entre ellas las de Zenón de Aza, de 70 años y la de su hijo José Luis de Aza, de 32.
Alfonsina Encarnación Suberví (Divina), primera vocal de la Junta de Vecinos del sector, llamó al Gobierno a prestar auxilio de inmediato ya que se trata de una situación urgente que no puede esperar.
 Residentes en el lugar dijeron que se han quedado esperando al Gobernador de la provincia de Santo Domingo, al síndico Juan de los Santos y a los funcionarios del Plan Social de la Presidencia.
Los problemas y calamidades afectan a los moradores de La Javilla  desde el  huracán George, y luego con Noel y Olga, sin que nadie haya acudido en su auxilio.
UN APUNTE
En la calle, sin techo
Las familias afectadas por los derrumbes en La Javilla, en la ribera del Ozama, se han quedado en la calle, sin posibilidades de reconstruir sus viviendas.
Dijeron estar “a la buena de Dios”, sin comida y sin dinero.
Escrito por: RUDDY GERMAN PEREZ 

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