Mientras algunos "asquerosean" a los peloteros de Grandes Ligas, resaltando su falta de formación y educación, ocurre y viene a ser, que cuando uno se encuentra en los Estados Unidos y dice que es dominicano, la referencia que tienen de nuestro país, los "gringos", son los jugadores de beisbol criollos, que le han dado brillo y reconocimiento a la República Dominicana a nivel mundial.

Ni siquiera por los mandatarios, los grandes artistas nuestros, empresarios, intelectuales, conocen en Estados Unidos esta pequeña media isla que mucha gente todavía identifica con Haití. Estamos hablando de los norteamericanos, no los latinos.
Cierto es que muchos de ellos carecen de una adecuada formación, debido a veces a marginalidad y la pobreza en que crecieron, pero no por ello se les debe menospreciar y segregar, como a veces sucede en su propio país.

Démosle pués el reconocimiento que se merecen, a esos peloteros que, como dicen, solo tienen dinero, pero no educación, a los cuales "nipormanoeldiablo" le permitirían inscribirse en clubes sociales como el Country Club, como le hicieron a Sammy Sosa.

Clubes que en muchos casos operan como "sepulcros blanqueados" de la sociedad, donde los ricos de cuna, blancos, de ojos azules, de ascendencia árabe o española, y sus mujeres, bailan al compás de "los sapos que cantan flamenco"...
Porque más fácil entra un "sapo"a esos "reinos de los cielos", que un pelotero de Grandes Ligas que ha hecho fortuna a batazos limpios...