Mercancia fresca, barata, y a los mejores precios del mercado...

Raro y extraño fuera que en los lugares donde hay turistas no hubiera servicio de mujeres.

En polos turísticos como Bávaro y Puerto Plata funcionan hasta franquicias manejadas por algunos concesionarios, con ramificaciones internacionales, que permiten rotar las mujeres de un país a otro, para siempre tener "mercancía fresca", aunque no a veces barata.

La barata se la dejan a los que venden al "detalle", a los "buscavida"  que ejercen como "chulos" y "maipiolos" en los enclaves. Pero, hasta cierto punto se entendería que si es gente adulta, consciente  de sus actos, pues "con pan o con leche, y que le aproveche".

Lo que no admite justificación, y es altamente condenable, es el negocio con menores.

No es posible que se siga permitiendo la comercialización de sexo con menores de edad.

Que se oferten servicios a turistas sin escrúpulos que vienen al país a divertirse con las hijas , y hasta los hijos, de los lugareños.

Por unas pocas monedas que nada resuelven después de todo.

Padres irresponsables que lanzan sus hijos a la corrupción desde temprana edad.

Watchman, guardianes, camareros, empleados del "front desk" que son piezas claves en la red del negocio, que actúan como si no tuvieran hijas.

Se comportan de ese modo como en los mataderos, donde la carne de ternera, es una de las más apreciadas.