Rachel Uchitel afirmó a la revista del periódico New York Post que su exnovio, Andy O’Grady, murió en los atentados del 11 de setiembre porque así debía ser. “Yo creo que Andy estaba destinado a morir porque era demasiado bueno. Soy casi feliz de que terminó la manera que lo hizo porque he aprendido muchas lecciones de él”, señaló.“Hubiera sido trágico que nos metiéramos en peleas y nos divorciáramos después”, agregó.
Además, Uchitel dijo que su vida sería radicalmente diferente a su prometido hubiera sobrevivido. “Me gustaría ser un ama de casa gorda y con tres hijos viviendo en Sands Point, Long Island”.
Uchitel alegó ahora en Twitter, que sus declaraciones fueron tomadas fuera de contexto y acusó al periódico de influir para que los lectores perciben a las personas de mala manera. “Esto debe ser detenido”, afirmó.
Uchitel aclaró al portal TMZ que lo que ella pretendió decir es que le hubiera gustado ser la esposa de Andy. Por su parte, el New York Post comunicó: “Mantenemos nuestra historia”.
O’Grady era un banquero de inversión que había propuesto casamiento a Uchitel meses antes de morir y estaba trabajando en la torre sur en la mañana del 11 de setiembre.
Días después de los ataques, las fotos de Uchitel sollozando mientras sostiene en sus manos una foto de su novio se convirtió en una de las más conmovedoras imágenes de la tragedia.
Pero en 2009, su cara volvió a aparecer en los medios de comunicación por una razón diferente: se reveló como una de las amantes de Tiger Woods.
En una entrevista con el Mail on Sunday el año pasado, Uchitel dijo que ella y O’Grady “estaban locamente enamorados” y que ella “era la mujer más feliz del mundo”.
“En Andy había encontrado mi roca, una figura masculina estable que nunca había tenido … y luego pasó lo que pasó”.
Uchitel recordó que el 11-S se fue a trabajar temprano en la mañana y no quiso darle a su novio un beso de despedida, porque no quería echar a perder su lápiz de labios. “Eso es algo que me obsesiona”, afirmó.
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